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Titolo 4
Mirador de la Corona
Icod de los Vinos
Cuando llegas al Mirador de La Corona, lo que primero llama la atención es la amplitud de las vistas: estas sobre Icod El Alto, en la vertiente de Tigaiga, a unos 750 metros de altitud, y tienes frente a tí todo el esplendor del Valle de La Orotava, el verde intenso de los cultivos, los núcleos de población dispersos, y en días claros la costa norte recortada sobre el mar.
El camino para llegar ya te prepara: atraviesas Icod el Alto, pasando por fincas y huertas tradicionales, casas dispersas, tramos con vistas que incitan a parar. Al llegar encuentras aparcamiento; no es enorme, pero suficiente. Hay espacio para descansar, dejar el coche, sacar fotos, respirar. Desde la cornisa se asoman acantilados, barrancos profundos, palmerales y esa mezcla de lo humano con lo natural que hace que la panorámica se quede contigo.
Lo que lo hace más especial para mí es que La Corona no es solo “una vista bonita”: es un sitio vivo. Es punto de lanzamiento para parapente, lo que añade emoción. Ver alas desplegarse al viento, pilotos preparándose, la verticalidad de la pendiente, todo eso aporta una dimensión extra. No es algo que solo ves en fotos, sino que lo sientes: el viento, la altura, la profundidad del valle.
Además, me gusta que el mirador tenga esa combinación de accesibilidad + naturaleza. Se puede llegar en coche relativamente bien por la carretera de El Lance, TF-342, y está bien señalizado. Para quienes no alquilan coche, hay autobuses que pasan relativamente cerca. No hay grandes infraestructuras tipo cafeterías enormes ni museo, lo que preserva su esencia tranquila, con pocas distracciones más allá del paisaje.
Si te interesa, te recomendaría acercarte al atardecer: ver cómo la luz cambia, cómo los valles se tiñen de dorado, cómo se diluyen los contornos en el horizonte del océano. O muy temprano al amanecer, si puedes madrugar, porque cuando amanece hay una quietud muy especial. Para quienes aman la fotografía, el paisaje, o simplemente buscar calma, La Corona es parada obligada en el norte de Tenerife.
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Mariposario del Drago
El Mariposario del Drago es un invernadero tropical acristalado junto al famoso Drago Milenario donde vuelan libremente más de 800 mariposas de más de 150 especies tropicales. Te paseas por un jardín húmedo y cálido (24‑29 °C y 80 % humedad), ves crisálidas, orugas, huevos… y si tienes suerte, cómo nace una mariposa. Entrada accesible, fotos permitidas, plan ideal para toda la familia.
Actividades
Fiestas de San Andrés - Tablas
Cada noviembre, Icod de los Vinos se convierte en una pista de adrenalina con las fiestas de San Andrés. Las calles empinadas del casco se llenan de jóvenes deslizándose sobre "tablas" de madera a toda velocidad, en una tradición única, ruidosa y llena de risas. A eso se suma la apertura de las bodegas con el nuevo vino del año, castañas asadas y un ambiente puramente icodense.
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Parapente Mirador de la Corona
El Mirador de La Corona es uno de los despegues de parapente más conocidos de Tenerife y de toda Canarias. Situado a unos 750 metros de altitud en Icod El Alto, ofrece condiciones de vuelo estables durante gran parte del año. Desde aquí se despega con vistas impresionantes al Valle de La Orotava y al Atlántico, convirtiendo cada vuelo en una experiencia única tanto para pilotos experimentados como para quienes prueban en tándem.