Parapente Mirador de la Corona

El Mirador de La Corona es mucho más que un lugar panorámico: es el corazón del parapente en el norte de Tenerife. Desde su plataforma de despegue, a unos 750 metros de altitud sobre Icod El Alto, se abre un escenario perfecto para volar. El Valle de La Orotava se extiende en un mosaico verde a tus pies, el Atlántico marca el horizonte y el macizo de Tigaiga ofrece las condiciones orográficas ideales para ganar altura y disfrutar de vuelos largos.

Lo que lo hace especial es la regularidad de sus condiciones de vuelo. Gran parte del año, los vientos alisios permiten que tanto pilotos locales como visitantes puedan volar con seguridad y con una calidad de experiencia difícil de igualar. No es casualidad que aquí se organicen campeonatos y que sea una referencia para quienes buscan combinar deporte y naturaleza.

El despegue es amplio y acondicionado, lo que facilita las maniobras previas al vuelo, tanto para pilotos autónomos como para los que vuelan en tándem con instructores. Desde el aire, se obtiene una de las vistas más impresionantes de Tenerife: los contrastes del valle, las playas de Puerto de la Cruz a lo lejos, y en días despejados, incluso el Teide vigilando desde el interior de la isla.

Otra ventaja de La Corona es su accesibilidad. Se puede llegar en coche por la carretera de El Lance, y el área cuenta con espacio para preparar el equipo y esperar el momento ideal para el despegue. No es raro ver a grupos de parapentistas disfrutando juntos, compartiendo consejos y aprovechando la sociabilidad que siempre rodea a este deporte.

Volar desde aquí es vivir Tenerife de un modo distinto: sientes el aire, la fuerza del relieve, la inmensidad del océano y la emoción de flotar entre montañas y mar. Tanto si eres piloto experimentado que busca horas de vuelo como si vienes solo a probar en tándem, La Corona es uno de esos lugares que se convierten en recuerdos imborrables.