
Chirche
Guia de Isora


Chirche es uno de esos pueblos que parecen detenidos en el tiempo, escondido entre las laderas soleadas de Guía de Isora, en las medianías del suroeste de Tenerife. Este pequeño caserío, con casas de piedra volcánica, tejados a dos aguas y callejones empedrados, es un ejemplo casi intacto de la arquitectura tradicional canaria y del modo de vida rural de otros siglos. Aquí no hay prisas. Cada rincón invita a caminar despacio y mirar con atención.
La historia de Chirche se palpa en sus antiguos hornos de pan, eras para trillar el grano y aljibes que recogían el agua de lluvia. Muchos de estos elementos han sido restaurados con mimo para conservar su esencia, y el conjunto del pueblo está declarado Bien de Interés Cultural por su valor etnográfico. Visitarlo es como adentrarse en una postal viva del pasado isleño.
Además de su riqueza patrimonial, Chirche ofrece algo que no se compra: unas vistas espectaculares al océano, al barranco de Tágara y, en los días claros, a las islas de La Gomera y El Hierro. Las puestas de sol aquí son de las que se graban en la memoria. También es punto de paso para senderistas, con rutas que atraviesan campos de cultivo abandonados, pinares y paisajes volcánicos.
Una vez al año, durante el “Día de las Tradiciones”, Chirche cobra vida con demostraciones de antiguos oficios, comidas típicas y ambiente festivo. Pero incluso sin celebraciones, el pueblo tiene un encanto tranquilo y profundo que atrapa a quien se deja llevar.
Chirche es perfecto para una escapada serena, una caminata con historia o simplemente para sentarse en una piedra, mirar al horizonte y sentir que el tiempo puede ir más lento si uno lo desea.

