Buceo Túnel de Garachico

El Túnel de Garachico es una de las inmersiones más espectaculares y exigentes del norte de Tenerife, famoso por su estructura volcánica y la riqueza de fauna que alberga. Formado por coladas de lava antiguas, este túnel submarino inicia con un acceso desde la plataforma, descendiendo verticalmente hasta unos 20 metros. Al llegar a ese punto, el túnel da un giro de 90 grados y se vuelve una galería horizontal que se va ensanchando progresivamente, con techos de hasta unos 17 metros de altura en algunos puntos.

Las paredes del túnel están formadas por columnas de basalto, arcos naturales y formaciones rocosas que juegan con la luz, generando contraluces dramáticos cuando se filtra el sol. En el interior, especialmente en las zonas más oscuras, se ocultan especies como cigalas, santiaguiños, camarones, cangrejos nadadores, erizos, estrellas serpiente, comátulas, planarias y umbráculos. Al emerger del túnel, se puede nadar al aire libre alrededor del arco volcánico que bordea la zona, completando la inmersión con paisajes submarinos abiertos.

Esta inmersión no es para todos: requiere buceador con experiencia porque implica profundidad, oscuridad, orientación dentro de la galería, responsabilidad con la luz y el equipo, y sensaciones diferentes a las inmersiones costeras típicas. También suele ser más afectada por el oleaje o corrientes debido a su exposición al Atlántico Norte.

Lo que realmente diferencia al Túnel de Garachico es esa mezcla de arquitectura volcánica submarina, fauna de penumbra, transición de espacios verticales a horizontales, y la sensación de explorar algo más orgánico, más “escultórico” que solo ver peces. Para los que buscan buceo con carácter, paisaje, estructura y emoción, este punto es de los que más impresionan en la isla.