Trekking

Tenerife es un auténtico paraíso para los que disfrutan caminando. La isla tiene una diversidad de paisajes brutal, y en cuestión de kilómetros puedes pasar de andar entre bosques húmedos y verdes a cruzar senderos volcánicos con aspecto casi marciano. El rey, cómo no, es el Teide: subir hasta el pico más alto de España es una experiencia única, con vistas que parecen sacadas de otro planeta. Eso sí, hay que organizarlo bien porque necesitas permiso para alcanzar la cima, aunque solo con recorrer sus senderos ya sientes la fuerza del volcán. En el norte, la Reserva de la Biosfera de Anaga es otro mundo. Allí los caminos se pierden entre laurisilva, barrancos y miradores con vistas al mar que te dejan sin palabras. Es el sitio perfecto para rutas más frescas y verdes, y para descubrir pequeños caseríos escondidos que parecen detenidos en el tiempo. Si buscas algo distinto, en Teno encontrarás senderos que atraviesan montañas abruptas y acantilados espectaculares, como el famoso descenso a Masca, que combina naturaleza salvaje con la recompensa de llegar al mar. Y en la costa, hay rutas más suaves junto a charcos y piscinas naturales, ideales para combinar caminata y chapuzón. Lo mejor es que Tenerife ofrece opciones para todos: desde caminatas fáciles para disfrutar en familia hasta rutas largas y exigentes para los más aventureros. En cada sendero la isla cambia de cara, y esa variedad hace que siempre haya un rincón nuevo por descubrir. En resumen, el trekking en Tenerife no es solo deporte: es la manera más auténtica de sentir la isla, de conectar con su naturaleza y de descubrir rincones que en coche pasarían desapercibidos. Cada ruta es una sorpresa, y lo difícil no es encontrar una, sino decidir por cuál empezar.