Roque de Taborno
Parque Rural de Anaga
El Roque de Taborno es uno de los paisajes más icónicos y menos masificados de Anaga. Situado junto al pequeño caserío que lleva su nombre, esta mole de roca volcánica se eleva de forma abrupta sobre los acantilados, creando un perfil inconfundible que ha hecho que muchos lo apoden el “Machu Picchu de Tenerife”.
El sendero circular que lo rodea es de dificultad moderada y permite recorrerlo en poco más de una hora, aunque las constantes paradas para admirar el paisaje suelen alargar la experiencia. El recorrido ofrece vistas espectaculares de la costa norte, los barrancos profundos que se abren paso hacia el mar y, en días claros, la silueta del Teide al fondo. En el camino, la vegetación de laurisilva da paso a zonas más abiertas y secas, reflejando la transición de microclimas que caracteriza a Anaga.
El Roque de Taborno no solo destaca por su belleza natural, sino también por el carácter aislado y tranquilo del entorno. La pequeña plaza del caserío es un buen punto para descansar antes o después de la caminata, disfrutando de la calma de un lugar que parece detenido en el tiempo.
Aunque no requiere un gran esfuerzo físico, el sendero transcurre en parte cerca de zonas de barranco, por lo que es recomendable caminar con precaución, llevar calzado de montaña y, por supuesto, cámara para capturar unas de las mejores vistas de la isla.
