El Bollullo

Playa El Bollullo se encuentra justo al norte de Puerto de la Cruz, en la zona de El Rincón (La Orotava). Es una playa de estructura volcánica salvaje, rodeada de acantilados verdes y protegida del turismo de masas. La arena negra es fina y cálida bajo los pies, y el mar, cuando está en calma, deja unas aguas transparentes teñidas de azul turquesa.

Acceder requiere un pequeño esfuerzo: llegando desde Puerto de la Cruz tomas una carretera estrecha que atraviesa plataneras y llega a un aparcamiento reducido. Desde allí, un sendero descendente y unas escaleras te conducen directamente a la playa en unos 10–15 minutos. También es posible pasear desde Puerto de la Cruz, en una ruta panorámica de unos 30–45 minutos bordeando la costa.

La playa mide unos 200 m de largo por 40 m de ancho, un espacio generoso considerando que está rodeada por naturaleza casi intacta. El oleaje suele ser fuerte y las corrientes pueden ser intensas, por lo que conviene respetar las indicaciones y tener precaución al bañarse. Esto mismo es parte de su atractivo: es un lugar amado por surfistas locales y bañistas aventureros.

Hay pocos servicios: un chiringuito en la playa, donde se pueden comprar bebidas, bocadillos y tapas caseras; un restaurante en lo alto del acantilado con vistas panorámicas; alquiler de hamacas y sombrillas; y un socorrista en temporada alta. No hay duchas ni vestuarios permanentes, por lo que se recomienda llevar lo necesario para el día.

El ambiente en El Bollullo es auténtico: se entremezclan familias del norte con visitantes que aprecian el paisaje natural, el sonido del mar y la sensación de estar en un rincón especial de la isla. Cuando baja el viento, incluso se puede contemplar un santuario marino en una pequeña cueva donde se venera la Virgen del Carmen. Al atardecer, el cielo y el mar cambian de color y la playa se convierte en un espectáculo visual único.

Perfecta si buscas desconectar y respirar naturaleza volcánica sin renunciar a un chiringuito local y un paseo entre plataneras. El Bollullo es un refugio auténtico en la costa norte de Tenerife —un lugar donde la isla se muestra cruda, real y hermosa.