Malpais de Guimar
Güímar
El Malpaís de Güímar es una de las joyas naturales más singulares de Tenerife, declarada reserva natural para proteger su ecosistema volcánico y su biodiversidad. Este paraje se formó hace miles de años tras la erupción del volcán de Montaña Grande, que dejó tras de sí un extenso campo de lava que llegó hasta el mar. El resultado es un paisaje árido y espectacular, donde las formas de la roca basáltica se combinan con el verde intenso de tabaibas, cardones y otras plantas adaptadas a la escasez de agua.
La red de senderos que atraviesa el malpaís permite explorar tanto el interior, con vistas al cono volcánico y sus laderas, como la franja costera, donde las olas rompen con fuerza sobre las piedras negras. Durante el recorrido es común encontrar aves como la abubilla o el cernícalo, además de lagartos tizones que se asolean sobre la lava caliente.
A pesar de su apariencia inhóspita, este espacio es un refugio de vida y un ejemplo del equilibrio natural en zonas áridas. Su valor geológico y ecológico lo convierten en un aula al aire libre para entender la formación volcánica de Tenerife y la capacidad de la flora y fauna para adaptarse a condiciones extremas.
El Malpaís de Güímar se puede recorrer en pocas horas y no presenta grandes desniveles, pero carece de sombra y servicios, por lo que es esencial llevar agua, protección solar y calzado cómodo. Visitarlo al amanecer o al atardecer realza la belleza de sus colores y ofrece una experiencia más tranquila, en la que el sonido del mar y el viento son los únicos acompañantes.
