Playa de Castro
Los Realejos
Playa de Castro, situada en el municipio de Los Realejos, al norte de Tenerife, es un rincón donde la naturaleza manda sin concesiones. Con apenas 200 metros de longitud y 31 metros de ancho, esta playa virgen se accede solo a pie a través del espectacular sendero de la Rambla de Castro, un espacio natural protegido rodeado de palmerales canarios, dragos y acantilados que regalan vistas de película.
El acceso requiere caminar por pasarelas y puentes de madera entre vegetación autóctona, un trayecto que compensa con creces cuando se despliega ante ti una playa de arena volcánica y bolos brillantemente negros. En mareas bajas, aparece su sección arenosa y puede brotar una pequeña cascada desde la roca hasta el mar, creando una atmósfera mágica que parece salida de un cuento.
Aquí no encontrarás tumbonas, ni duchas, ni bar… y eso es parte de su encanto: todo es austero y auténtico. La playa no cuenta con bandera azul, no tiene servicios turísticos y es poco concurrida, lo que la convierte en el refugio perfecto para quienes valoran el silencio del océano, el snorkel en aguas limpias y un entorno que invita a la contemplación sin multitudes.El viaje exige llevar agua, calzado resistente y algún tentempié, porque no hay tiendas ni quioscos cerca.
En definitiva, Playa de Castro no es apta para quienes busquen comodidades, pero sí para viajeros que buscan lugares auténticos: naturaleza pura, sonido de cascada, tonalidades oscuras en la arena y un paisaje casi intacto.
