
Masca
Buenavista del norte


Masca es una joya histórica y natural ubicada a unos 650 m sobre el nivel del mar, en pleno corazón del Parque Rural de Teno. Apenas alberga unos 90 habitantes que viven en casas tradicionales de piedra volcánica, madera de tea y barro, dispuestas en cuatro caseríos que se adaptan perfectamente al terreno escarpado. Sus calles empedradas suben por cortos escalones, bordeadas de flores típicas y salpicadas de balcones y patios.
Desde su mirador se puede contemplar el impresionante valle de barrancos y la costa. Tradicionalmente aislado, Masca sólo fue accesible caminando o a lomos de animales, lo que facilitó la conservación de su arquitectura y paisaje. La Ermita de la Inmaculada Concepción, junto a un laurel gigante, domina la plaza principal donde se reúnen vecinos y viajeros para charlar o hacer una parada entre bares y artesanías locales.
Masca es también la puerta de entrada al famoso barranco de Masca, una caminata de unos 10 km (ida y vuelta) que desciende por paredones rocosos hasta la playa volcánica. El sendero requiere preparación: casco, agua, calzado adecuado y una reserva previa son necesarios, ya que la ruta es muy demandada. El desfiladero alterna paisajes alabastrinos, palmeras aisladas y vistas al océano que se siente cerca.
En el pueblo hay un pequeño museo etnográfico alojado en una antigua vivienda que explica historia, cultura guanche y modos de vida isleños vinculados a la agricultura en bancales. Cuando cae la tarde y el mar se ve desde arriba, Masca se transforma en un balconazo sobre la naturaleza. Es un lugar mágico, ideal para quienes buscan autenticidad, panorámicas que quitan el aliento y un pedazo de Tenerife que se siente fuera del mundo moderno.
Masca es perfecta si quieres caminar entre barrancos, conocer arquitectura rural, disfrutar de comida local en terrazas con panorámicas y perderte en un paisaje donde el silencio y los riscos son protagonistas.

