
Cueva del Viento
Icod de los Vinos


La Cueva del Viento, en Icod de los Vinos, es de esas experiencias que te hacen sentir dentro del planeta. Es un tubo volcánico formado por la lava del Pico Viejo (el “hermano” del Teide) hace unos 27 000 años. Aunque su nombre suena épico y sus 17 km de longitud la convierten en el tubo volcánico más largo de Europa, lo que visitas realmente es un tramo muy concreto: solo unos 250 metros dentro de la cueva, que haces ida y vuelta, o sea, unos 500 metros bajo tierra, más el recorrido exterior hasta la entrada. En total, andarás unos 1.200 metros entre lava, vegetación y oscuridad absoluta.
El recorrido completo dura unas 2 horas y siempre es guiado. Primero pasas por el centro de visitantes, donde te explican cómo se formó todo, qué especies viven (o vivieron) ahí, y luego te llevan por un sendero precioso entre coladas de lava, viñas, caminos antiguos y algo de historia local. Cuando llegas a la entrada de la cueva, te colocan casco y linterna, y entras con el grupo en fila. Adentro, lo flipas: no hay luz artificial, todo lo ves con tu frontal, y aunque no sea una caminata larga, las formaciones volcánicas, las “cascadas” de lava petrificada y el ambiente lo hacen especial. Incluso se han encontrado fósiles de especies extintas, como el lagarto gigante de Tenerife o el roedor gigante guanche.
No es una aventura tipo espeleología intensa, pero sí es única. Eso sí: no es apta para niños pequeños (menores de 5), ni para personas con claustrofobia o movilidad reducida. Lleva buen calzado, ropa cómoda, algo de abrigo, y reserva online sí o sí. Es un plan diferente, educativo y bastante impresionante si te interesa el origen volcánico de las islas.

