Barranco del Cercado

La circular del Barranco del Cercado es una de esas rutas que sorprenden. Sale desde San Andrés, muy cerca de la costa, y se adentra por un barranco húmedo, lleno de vegetación autóctona y rincones que parecen sacados de otro mundo. Lo mejor es que no es un simple ir y volver: puedes subir por el sendero que atraviesa el barranco y luego bajar por una pista forestal, formando una ruta circular que ronda los 8 km.

La primera parte del camino sube por el Camino de Abicor, bordeando el cauce del barranco. Aquí verás uno de los palmerales naturales más grandes de la isla, con riachuelos, pozas, y una vegetación exuberante: palmeras canarias, cañaverales, helechos, sauces, incluso algo de laurisilva en las zonas más sombrías. El sendero es estrecho y algo salvaje, con pasos algo cerrados por la vegetación, pero se sigue bien si vas atento.

Después de unos 3,5 km de subida intensa y un desnivel cercano a los 600 m, llegas a una pista forestal (cerca de El Bailadero o la carretera TF-12). Desde ahí puedes enlazar con la pista del Lomo de Abicor, que baja en curva hacia San Andrés por otro camino más abierto, lo que hace que la vuelta sea más ligera y con vistas más panorámicas al océano y al macizo de Anaga.

No hay fuentes, ni sombras constantes, ni señalización oficial en todo el recorrido, así que lo ideal es llevar mapa offline o GPS, agua, algo de comer y calzado cómodo. El entorno es una pasada: tranquilo, muy verde y con ese punto mágico que tiene todo en Anaga. Además, como no es tan conocido como otras rutas de la zona, es muy probable que lo recorras sin cruzarte con mucha gente.

Planazo para quienes buscan una caminata intensa, con subidas reales, pero sin complicaciones técnicas. Verde, agua, silencio y barranco. Una experiencia muy completa, perfecta para desconectar.